Dos decisiones del gobierno para recuperar el Sistema Logístico Nacional
Durante la última semana de junio de 2021 el gobierno nacional publicó dos normas de gran impacto y relevancia en materia de organización del transporte y logística en la Argentina. Ambas decisiones pueden ser el punto de partida de la consolidación y recuperación de un Sistema Logístico Nacional, imprescindible para el diseño de una Argentina Federal, que promueva el arraigo en los territorios y comunidades a lo largo y ancho del país, integre las regiones y permita comenzar a transitar un camino sólido y permanente para la solución de problemas estructurales vinculados a precios, políticas de población, aprovechamiento de nuestras potencialidades productivas, producción local de alimentos para el consumo humano a precios justos y populares, generación de divisas de manera sostenida.
A través del Decreto 427/2021, del 30 de junio, el Presidente Alberto Fernández resolvió otorgar a la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGP) la concesión de la operación para el mantenimiento del sistema de señalización y tareas de dragado y redragado, y el correspondiente control hidrológico, de la Vía Navegable Troncal comprendida entre el punto denominado Confluencia en el Río Paraná, hasta la Zona de Aguas Profundas Naturales en el Río de la Plata exterior. Para ello, se incorpora al Estatuto de la AGP la facultad de asumir la concesión de obras y/o la administración, prestación de todo tipo de servicios de mantenimiento y operación de las vías navegables que se le otorguen y/o se le encomienden, realizando los actos que le corresponda ejecutar en tal carácter, por sí o a través de terceros.
A su vez, se delega en el Ministerio de Transporte la confección, suscripción y aprobación del contrato de concesión a celebrar con la ANP, en el cual se fijarán las condiciones de prestación del servicio y se establecerá esencialmente:
1) un plazo de duración de doce meses a partir de la finalización de la prórroga de 90 días otorgada a la UTE Hidrovía SA, concesionaria desde 1995, prorrogables hasta la toma del servicio por parte de quien resulte adjudicatario de la licitación;
2) la base tarifaria y el mecanismo de financiamiento por el sistema de tarifa o peaje que percibirá la ANP, y el procedimiento para su eventual revisión;
3) la delimitación de los ríos, canales, zonas, tramos, trazas y/o secciones en las que se conformará o segmentará la Vía Navegable Troncal. Esto es, la definición de una nueva traza y vinculación con puertos;
4) la autoridad de control actuante y sus alcances, conjuntamente con la metodología de seguimiento y evaluación de la ecuación económica financiera de la concesión;
5) el plan de obras a ejecutar;
6) el régimen de los bienes otorgados en concesión y la obligación de realizar inventario;
7) la incorporación del personal que a la fecha de finalización de la concesión a Hidrovía SA se desempeñe prestando servicios para la misma;
8) la celebración de las contrataciones necesarias para garantizar la navegabilidad de la Vía Navegable Troncal, manteniendo el actual nivel de prestación del servicio.
La decisión tomada permite observar ciertos avances respecto a la posibilidad de que el Estado Argentino asuma un rol protagónico en la operación de nuestras Vías Navegables, a diferencia de lo que viene ocurriendo desde hace 25 años, cuando se llevaron adelante múltiples privatizaciones en aspectos estratégicos y centrales para el crecimiento de nuestro país, como el control y aprovechamiento de puertos y transporte fluvial y marítimo.
Hasta aquí, la militancia de sectores sindicales, organizaciones políticas, referentes en materia naval y marítima, entre otros y otras, han logrado pasar de una situación de incertidumbre sobre el futuro de nuestra Vía Navegable Troncal a una serie de avances fundamentales, que puedan ser el punto de partida hacia un objetivo mayor.
No hay que cansarse de subrayar la importancia de la participación política organizada y comprometida en la instalación de temas en la agenda pública, a pesar de los grandes esfuerzos por ocultar la legítima y trascendental preocupación manifestada por este colectivo. Semejante compromiso permitió la cobertura mediática necesaria para que muchos argentinos y argentinas nos propongamos involucrarnos en el debate.
Si bien se mantiene vigente el procedimiento para el llamado a una nueva licitación nacional e internacional, hay avances concretos para señalar. Entre ellos, que el gobierno conformó el Consejo Federal Hidrovía, integrado por las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe, más los ministerio del Interior y de Desarrollo Productivo. Es la primera vez en la historia que se convoca a las provincias a participar en el marco de un Consejo Federal, siendo que las mismas y muchos de sus municipios tienen una incidencia fundamental en cuanto a puertos, canales y su conectividad con la traza de la Vía Navegable Troncal del Río Paraná y Paraguay. Si bien se trata de definiciones vinculadas a la traza Norte de nuestras Vías Navegables, no sería descabellado pensar a futuro en la incorporación de las provincias vinculadas con el litoral marítimo.
Además, con el decreto mencionado se abre la puerta a la posibilidad concreta del Estado participando activamente en la futura y más extensa concesión.
No sólo se recupera el rol esencial de fijar y cobrar la tarifa correspondiente a partir del inicio de los doce meses previstos en este tramo corto de operación de la Vía Navegable Troncal sino que además será la prueba de fuego para demostrar la existencia, experiencia y vocación de actores nacionales, públicos y privados, para la prestación de servicios y su capacidad operativa en la explotación, control y mantenimiento de nuestra Vía Navegable Troncal. De esta manera, crecen las chances para una participación lo más plena, activa e integral posible del Estado Argentino en esquemas de articulación público/privada para el futuro de nuestro Sistema de Navegación.
También se ha puesto en funcionamiento, con acciones concretas como la celebración de audiencias públicas y avances administrativos, la utilización y aprovechamiento del Canal Magdalena para la integración de nuestra Cuenca Marítima y Fluvial, recuperando soberanía, mejorando las posibilidades de transporte interno e internacional, evitando la dependencia del puerto de Montevideo de manera exclusiva, y generando enormes oportunidades para le industria y servicios nacionales. El presupuesto necesario y grandes avances técnicos y legislativos han sido posibles, entre muchas y muchos, por el impulso que le ha dado el senador nacional Jorge Taiana. El legislador por la Provincia de Buenos Aires, con humildad, experiencia, paciencia, perseverancia, mucha inteligencia y capacidad de consenso, también ha logrado el apoyo unánime en el Senado de la Nación para la conformación de una Comisión Bicameral de participación y seguimiento permanente en todo lo relacionado a nuestras Vías Navegables.
Treinta años en manos privadas
Por Resolución 211/2021 del 25 de junio, el Ministerio de Transporte dispuso el rechazo al pedido de prórroga contractual efectuado por las empresas privadas concesionarias de transporte ferroviario de cargas Ferroexpreso Pampeano SA, Nuevo Central Argentino SA y Ferrosur Roca SA, todas ellas con contratos de concesión desde hace 30 años.
De esta manera, el Presidente Alberto Fernández, a través del Ministro de Transporte, Alexis Guerrera, dio por finalizada la explotación del transporte de trenes de carga en manos privadas.
Se asignó a Belgrano Cargas y Logística SA (BCYLSA), sociedad comercial con participación accionaria mayoritaria del Estado Argentino, la prestación de los servicios ferroviarios que forman parte integrante de las concesiones que culminarán definitivamente antes de fin de año.
Se asigna también a la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIFSE) la administración y mantenimiento de la infraestructura ferroviaria y de la totalidad de los bienes que integran las concesiones referidas, a partir de su fecha de finalización, incluyendo la gestión de los sistemas de control de la circulación de trenes.
Queda a cargo de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FFAASE) la articulación, coordinación y monitoreo de la puesta en funcionamiento en manos del Estado Nacional de las operaciones de transporte ferroviario de cargas correspondiente.
Se dispone también la invitación a participar de la prestación de servicios y utilización del sistema ferroviario de cargas a operadores inscriptos en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y/o en el Registro de Operadores de Carga y de Pasajeros, hasta tanto se implemente la modalidad de acceso abierto u open access a la Red Ferroviaria, en los términos de la legislación vigente.
Otro de los puntos centrales de la normativa indica que se deberá definir un plan de inversiones prioritarias a ejecutar en la infraestructura ferroviaria para la implementación del modelo de acceso abierto en adecuadas condiciones.
En el lapso de cinco días, el gobierno del Frente de Todos avanzó y dio inicio a una etapa de recuperación en manos del Estado Nacional de la operación, aprovechamiento y explotación de dos de los aspectos más relevantes y estratégicos en materia de transporte, conectividad, integración regional, comercio interno e internacional, y logística. Entre 2021 y 2022, el gobierno estará demostrando la posibilidad de llevar adelante la definición y consolidación de un Sistema Logístico Nacional que permita transitar el Siglo XXI de una manera completamente diferente a lo que viene sucediendo en las últimas largas décadas, principalmente la etapa final del Siglo XX, a partir de las experiencias negativas que nos han brindado las privatizaciones en áreas vitales para un desarrollo con equidad e inclusión.
A esta nueva etapa hay que sumar e incorporar los grandes avances logrados durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en este objetivo central:
- Recuperación de nuestra aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas;
- Recuperación de nuestras empresas insignia en materia de energía, YPF;
- Despliegue de 30.000 kilómetros de la Red Federal de Fibra Óptica;
- Creación de las empresas y plataformas del Estado para la conectividad y las comunicaciones, ARSAT y TDA;
- Despliegue del Sistema Interconectado Argentino que integró, por primera vez, a la totalidad de las provincias argentinas y la Ciudad de Buenos Aires al Sistema Eléctrico Nacional;
- Construcción y proyectos de gasoductos para la conexión de nuestras provincias y regiones;
- Avances en infraestructura vial y de caminos, con mirada federal y de integración.
La reunión de cada uno de estos hitos estratégicos resulta imprescindible para la conformación del Sistema Logístico Nacional que nos permita garantizar, con participación, control y definición protagónica del Estado Argentino y las provincias, los siguientes aspectos para transitar estos tiempos en clave federal y de modernidad:
- Transporte aerocomercial a cada provincia y puntos vitales del territorio nacional, dejando atrás planteos inmaduros y mercantilistas respecto a las consecuencias del déficit hipotético que genera el sostenimiento de nuestra aerolínea de bandera, única garantía para quienes viajan a determinadas geografías que el mercado no atendió ni atendería por ausencia de rentabilidad;
- Transporte Ferroviario de Carga, con metas e inversiones necesarias para cubrir la totalidad del territorio nacional y de las provincias, interconectando las regiones entres sí, y a éstas con puertos y vías navegables, zonas de explotación energética, mineral, industrial y productivo;
- Transporte Ferroviario de Pasajeros, orientado a promover el arraigo en cada pueblo del país a partir del acceso a transporte veloz y moderno que conecte municipios y provincias entre sí, y a estos con las grandes áreas urbanas;
- Recuperación de puertos en conjunto por parte de la Nación, provincias y municipios, garantizando las inversiones necesarias para su crecimiento y conexión con la Vía Navegable Troncal;
- Nueva etapa en la operación de nuestras vías navegables, garantizando su aprovechamiento para la generación de divisas, el comercio interno e internacional, la reactivación de astilleros e industria naval y mercante, el transporte de carga y pasajeros en toda la cuenca marítima y fluvial;
- Acceso a fibra óptica a partir de la Red Federal, conectando a todas las provincias, municipios y pueblos de la Argentina a través del Última Milla, con participación de ARSAT, ENACOM e integrando a cooperativas locales de servicios públicos;
- Infraestructura vial para autopistas, rutas y caminos rurales que conecten las regiones, provincias, municipios y pueblos de la Argentina, entre sí y con los núcleos urbanos;
- Corredores Bioceánicos Norte, Centro y Sur, colocando a la Argentina en el centro del protagonismo logístico mundial;
- Despliegue de una red de transporte terrestre que no deje un sólo territorio sin conectividad ni integración regional;
- Inversión en saneamiento (agua, cloacas y plantas de tratamiento), gasificación y parques industriales en pueblos y regiones del país;
- Red de mercados regionales concentradores de alimentos, aprovechando la mejor logística instalada, destinado a fomentar esquemas de cercanía;
- Políticas de acceso a la tierra para la vivienda urbana y rural, para la producción local de alimentos para el consumo humano, con promoción de modelo agroecológico;
- Creación de empresas estatales para el aprovechamiento de minerales, litio, producción y comercialización de alimentos, y exportación de los mismos;
- Nuevas universidades en regiones, provincias y municipios con orientación a carreras relacionadas con el potencial productivo, tecnológico y agroindustrial de cada zona.
A partir de los planteos malintencionados a los que nos tiene acostumbrados la oposición y el establishment buscando instalar la sensación de un gobierno de tinte izquierdista/marxista/estatista que pretende eliminar al sector privado como enemigo a vencer, resulta fundamental subrayar la expresa voluntad del gobierno de convocar y articular con el sector empresario local en estas nuevas temáticas. El decreto vinculado a nuestras vías navegables y la resolución dando fin a las concesiones del transporte ferroviario de carga, demuestran claramente el objetivo de interacción público privada en ambas iniciativas.
Un Sistema Logístico Nacional, contemplando las distintas variantes señaladas y otras que por supuesto deben incorporarse y ser previstas, indudablemente aportará soluciones a problemas estructurales de la Argentina que vienen generando una sensación de fracaso constante e ineludible. La permanencia de un modelo extractivista, de franca y constante concentración, monopólico y privatizado, desconectado territorial y regionalmente, atado a la producción primaria para la exportación como negocio financiero privado en manos de grupos económicos muchas veces extranjeros que extienden sus brazos a la tenencia de la tierra, la aplicación desmedida de agroquímicos, la presencia en terminales portuarias y la explotación del transporte interno y externo, entre ello nuestras vías navegables, se aleja notablemente de la posibilidad de abordar las distorsiones en materia de aumentos constantes e inexplicables de precios, el crecimiento en índices de la pobreza e indigencia, los problemas de limitaciones al acceso a los alimentos sanos a precios justos, la concentración poblacional y el desarraigo, en definitiva, el desmembramiento de nuestro país.
El paso a un modelo de desarrollo nacional, equitativo, independiente, soberano, regional, orientado a la extensión permanente de derechos y al crecimiento de cada pueblo y comunidad sin importar su ubicación geográfica o su cantidad de población, recuperando nuestras más profundas tradiciones en acceso educativo, avances industriales, producción local de alimentos, promoción de nuestra cultura; el crecimiento del transporte en todas sus variantes, la interrelación de cada eje señalado para la consolidación de un Sistema Logístico Nacional e Integral, puede ser la oportunidad que el destino nos está presentando como salida de la pandemia pero como horizonte imprescindible para un nuevo tiempo.